Cantando "El Relicario" en la película "El último cuplé", Sara llora su pena, inolvidable, imposiblemente hermosa |
Doña Sara Montiel, estrella del cine español, cupletista moderna en su vida y su obra, mujer de belleza soberbia e irrepetible, ya no está en este pequeño mundo nuestro. Me gustaría pensar que está en "ese otro" que espero sea mucho mejor que éste, compartiendo escenario y eternos aplausos con las otras: Fornarina, Preciosilla, Amalia Isaura, Raquel Meller, Chelito, Carmen Flores, la Goya, doña Olga Ramos y tantas otras cupletistas de los tiempos gloriosos.
Todas aquellas hermosas, tristes, atrevidas y deliciosas criaturas, hechas para lucir su esplendor bajo la luz de los focos, nos iluminan ahora con su brillo de estrellas.
Doña Sara Montiel ha cantado su último cuplé, como en su día hace casi cien años también lo hiciera la desventurada Fornarina. Donde quiera que estén ya no sufren, son jóvenes y bellas para siempre, y cantan "El polichinela" juntas, tendiendo desde el cielo los tenues hilos de la entrañable marioneta.
En los años ´60, los que íbamos al cine por vez primera, aprendimos que lejos, existía un país llamado España, con bella música y hermosas mujeres. Lo aprendimos gracias a las “películas con Sarita”, la gran estrella a quien nuestras madres admiraban, de quien nuestros padres se enamoraban y nosotras, las niñas, imitábamos. Fue la Gran Embajadora de España y seguirá para siempre en la memoria colectiva de la humanidad.
ResponderEliminarPrecioso comentario. Efectivamente, Sara Montiel forma parte de nuestra memoria colectiva. Es un mito, y además un mito auténticamente españo, reconocible en todo el mundo. Tuvo una larga, hermosa e intensa vida, eso que se lleva doña Antonia al más allá...
ResponderEliminarY para los que, como ella, hemos nacido en Ciudad Real siempre fue un orgullo saber que una de las mujeres más hermosas del Cine y la estrella más grande del cine español era paisana nuestra. Además, ella lo pregonaba por dónde iba. Era nuestra Sara.
ResponderEliminarEra una manchega orgullosa de sus orígenes, con razón, y ciertamente lo iba pregonando por donde iba. Bien podéis estar orgullosos de vuestra paisana.
EliminarRecuerdo mi niñez en Cuba, donde la radio parecía transmitir solamente aquellos bellos cuplés interpretados, magistralmente, por Sara Montiel. Naturalmente yo no sabía nada de cuplés pero aquella voz y aquel decir tuvo en mí un impacto que ha durado toda la vida. Nena, Sus pícaros ojos, El relicario, el Ven y ven, La violetera, y tantas otras quedarán por siempre asociadas con esa manchega universal que hoy lloramos. Descansa en paz, María Antonia que, por lo menos en mi casa, seguirá sonando Sara Montiel.
ResponderEliminarLas películas de Sara Montiel fueron mi iniciación al mundo del cuplé. Siendo niña, en la televisión española vi por primera vez -y después, en muchas otras ocasiones- películas como "El último cuplé" y "La violetera", y me dejaron marcada la afición por el cuplé y su época para siempre. La Montiel fue única y, al mismo tiempo, una más (y de las mejores) de las muchas cupletistas que en el mundo son y han sido. Descanse en paz tan bellísima violetera.
EliminarSe nos fue Sara un lunes abrileño. A todos los que amamos el género se nos ha muerto un pedacito de historia. Tu comentario muy sentido y respetuoso. Murió Sara pero nació el Mito
ResponderEliminarCantaba increiblemente bien, bocalizaba, sentia, vibraba, no gritaba entonaba como no lo había hecho antes absolutamente ninguna cupletista, esta es la pura verdad, aparte de que era una estrella-actriz-cantante de valoración universal. Dencansa en paz adorada Sara.
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