La Fornarina y otras cupletistas que marcaron una época

La Fornarina y otras cupletistas que marcaron una época: mujeres ayer admiradas, hoy olvidadas

domingo, 16 de noviembre de 2014

LAS OTRAS: Salud Ruiz (I)

Salud Ruiz, entre tímida y sugerente, posando para el fotógrafo Compañy en 1917
De entre las muchas olvidadas del cuplé, merece Salud Ruiz estar en uno de los primeros puestos para ser rescatada e incluso reivindicada. A estas alturas todos consideramos la película "El último cuplé" como el resurgimiento del género y el vehículo más efectivo en cuanto a la recuperación de canciones y artistas de la época. Pues bien, una de las figuras que sirvió de inspiración para la película fue la de Salud Ruiz, no tanto por su vida -bastante plana y convencional- como por sus canciones y, especialmente, por las múltiples grabaciones que dejó de ellas.
Sus versiones grabadas de temas como "Nena" o "Mi hombre" (la versión en español del célebre "Mon homme") fueron interpretadas por Sara Montiel casi fielmente para la película, siempre adaptadas a su ya famoso tono "bajo el piano".
Cuando en 1957 la Montiel estrena "El último cuplé" tiene la ocasión de conocer a alguna de las cupletistas todavía vivas y localizables cuarenta o cincuenta años después del apogeo del género. Entre ellas se encuentra Salud, una señora tan estupenda como respetable que seguramente tuvo mucho que contarle a la universal manchega.

Salud Ruiz, cupletista

Nace Salud Ruiz en 1895 en Linares, Jaén. Su numerosa familia era modesta pero los padres procuraron, dentro de sus escasos medios, darle una adecuada educación a todos sus hijos. Las cosas cambian cuando muere el padre siendo Salud aún muy niña y la situación de la viuda deviene en precaria. Salud entra a trabajar en un taller de modistas, como tantas otras chicas de orígenes humildes de su época. Allí, igualmente como tantas otras, entretiene el tedio de las innumerables horas de costura entonando coplillas y canciones populares. Así descubren todos que la niña tiene buen oído y no mala voz, teniendo además cierto temperamento artístico y afición al teatro.
El parque de Santa Margarita de Linares, a principios del siglo XX
Surge como de la nada un supuesto agente que le ofrece un contrato para actuar en un humilde café de Granada. En el taller sus compañeras le ayudan en la confección de un vestuario teatral que, de tan sencillo, era casi ridículo. Es todavía una niña, con apenas catorce años, y es engañada por el supuesto agente que le descuenta del sueldo una comisión abusiva. Aún así, Salud resiste y cobrando diez pesetas diarias consigue enviarle algo a su madre, ahorrar para adquirir un vestuario algo más digno y viajar a Madrid, donde vivía una hermana suya casada con un empleado del frontón Beti-Jai.
El mítico frontón Beti-Jai de Madrid, actualmente en lamentable estado de abandono
(os dejo un interesante enlace al respecto: http://frontonbetijaimadrid.org/)
Salud entró a trabajar en otro taller de costura madrileño pero con una creciente sensación en su interior: convencida de tener el talento necesario y habiendo aprendido algo del tema en su debut granadino, cada día está más decidida a emprender carrera en el mundo del artisteo, rama cuplé, cante flamenco o lo que le echen. Con su hermana acude muy a menudo al frontón y, cuando hay ocasión, canta de manera informal para los compañeros de trabajo de su cuñado. Un buen día aparece por allí un guapo mozo, jugador de pelota vasca, que casualmente es hijo del empresario de un salón de variedades, el Petit-Palais. Escucha a Salud y le gusta, artísticamente, se entiende. Le recomienda que dé clases de canto con el maetro Graziani (uno de los muchos que han abierto academia en la capital con el auge del género ínfimo) y le promete hablarle a su padre al respecto.
Salud en sus comienzos, muy jovencita, posa con un mantón
que parece darle cuatro vueltas a su  menudo cuerpo
El maestro Graziani ve algo en ella, aparte de la pobreza, y decide darle clases gratuitas. El detalle no es baladí, ya que Salud tenía verdaderamente una buena voz: extensa, diferente, en ocasiones casi gritona pero extraordinariamente modulada en los tonos más graves. Tiene ciertos dejes flamencos, debidos a su orígenes andaluces y además se adapta con facilidad a los cuplés más cosmopolitas.
Con las clases adquiere la técnica que necesitaba y el guapo pelotari cumple su promesa. A finales de 1911 debuta en el Petit-Palais interpretando la canción "Una aldeanita". Tiene dieciséis años y no pasa inadvertida, aunque su físico era más bien insignificante al lado de las exuberantes cupletistas que están de moda. Es bajita, muy blanca de piel, con ojos negros de mirada infantil y el pelo también negro, muy rizado. Con los años su figura se haría algo más rotunda pero nunca fue el físico su punto fuerte.
Del Petit-Palais, salón de categoría más bien tirando a pobre, pasa al Panorama, de vida tan efímera como el anterior y no mayores pretensiones. Pero así es como hay que empezar, desde abajo. Salud tiene la ventaja de su voz, y su ingenua a la vez que delicada presencia en escena le otorga otra ventaja inesperada, ya que su repertorio será desde el primer momento apto para todos los públicos. Ausentes los excesos picarescos de los cuplés de tipo sicalíptico, Salud será considerada siempre una cancionista "limpia" de polvo y paja...
En sus comienzos, cantando "La mujer del torero", en una
postal dedicada a su amiga la cupletista Carmen Flores
En 1912 es contratada por el Salón Madrid que, dentro del mundo de las variedades, era un antro con pretensiones. Sus sucesivos empresarios ofrecían en su programa carne de cupletista (el público de las sesiones de noche no hubiera aceptado otra cosa) y actuaciones más comedidas, intentando con ello -sin éxito alguno- dignificar su local y elevarlo así desde el fango del género ínfimo a las alturas de las variedades selectas. Salud pertenecía a este último tipo de estrella dignificante y en el Madrid estrena su primer éxito, "Desilusiones", cuplé blanco y sentimental con música del maestro Goncerlián y letra de de José Mª Gómez.
Salud en sus comienzos, en la pose elegante y simpática
que indicaba la orientación de su repertorio
Durante unos meses alternará el Madrid con el Petit-Palais, siendo cada vez más reconocida por el público madrileño. Vuelve a Granada, contratada por el Lux-Edén. Allí la crítica es entusiasta, y la califican como "complaciente con el público y estudiosa" augurándole un brillante porvenir. Cuando regresa a Madrid es contratada por el Teatro Madrileño (Atocha, 68), subiendo un peldaño en categoría y sueldo. Allí coincide con la imponente Julieta Raga, "La Raga", cancionista pretendidamente italiana de éxito internacional. Su voz plena y su físico esbelto no son los comunes en los escenarios españoles. Salud toma atenta nota de lo que ve. Adquiere nuevo vestuario y se hace adicta a los collares de perlas de varias vueltas, las redecillas, las bandeaux y las aigrettes.
Comparad esta imagen de La Raga con la anterior
de Salud: la influencia es más que evidente
Después de un breve paso por el Petit-Palais, compartiendo escenario con el cómico Luis Esteso y la cupletista Estrella de Andalucía, parte Salud para Lisboa en lo que será el primero de sus contratos internacionales. Durante una semana actúa en el teatro Fantástico de la capital portuguesa y después de celebrar su beneficio (actuación final en la que se celebraba un homenaje a la artista y se le hacían regalos de despedida, así como una parte de la recaudación) regresa a España con una cantidad de dinero en el bolso que no había visto junto en toda su vida. En Madrid le espera su madre, a la que ha traído desde Linares, señora que nunca ejerció de "madre de artista" pero siempre cuidó de ella a una prudente distancia.
Estrella de Andalucía y sus imposibles ojos verde-agua
Comienza el año 1913 actuando en el Madrileño (siempre fue Salud de contratos largos y muy fiel a determinados teatros) y a continuación se va a Bilbao, al Salón Vizcaya, donde tiene tal éxito que es prorrogada por dos días más. Cuando regresa a la capital su carrera artística da un vuelco definitivo al ser contratada por la empresa del Romea, el número uno de los teatros de variedades. Comparte cartel nada menos que con Pastora Imperio y Olympia D'Avigny. Y en el Romea pasará una larga temporada, con incursiones eventuales en el teatro de El Escorial, el Vital Aza de Málaga y el Cervantes de Jaén, su tierra.
El chocante exterior del Vital Aza de Málaga,
con su aspecto más de merendero que de teatro
Llega el verano y en lugar de hacer la gira costera de rigor, elige incomprensiblemente quedarse en Madrid pasando ese calor que sólo los madrileños conocemos en toda su inhumana dimensión. La razón no es otra que su contratación en el parque de recreos El Paraíso (Alcalá, 149), muy cerca del parque del Retiro. Conviene pararse en el programa diario que dicho parque ofrecía a los achicharrados foráneos: entre otras cosas se hace allí skating (patinaje), tiene cinematógrafo, banda militar, lawn-tennis (tenis sobre hierba), cable aéreo(?), trinquete americano(??), tiro al blanco, etc; además de las actuaciones de Luis Esteso y la Cibeles, de Ernesto Foliers imitando a la Goya y a Fornarina, y de la propia Salud Ruiz.
A finales de julio colabora en un festival benéfico en el mítico Parisiana junto a Amalia de Isaura, la Chelito, la bailarina María Esparza y otros artistas de primer orden. La empresa, responsable de las prestigiosas "Soirées Fémina" pide a la Dirección de los tranvías madrileños un servicio especial que llegue hasta la puerta del Parisiana, por entonces en las afueras de Madrid (aproximadamente donde ahora se encuentra el Faro de la Moncloa).
Exterior de Parisiana, entre 1906 y 1914
(fuente: www.viejo-madrid.es)
Siguiendo el "tour de la sauna" de este verano madrileño, Salud actúa en agosto en el Magic-Park (en el Paseo de Rosales) donde la estrella es una tal Diamara, bailarina americana que luce espléndidas toaletas de Paquin. No es Salud derrochadora en trajes y joyas precisamente, ya que tiene una familia a la que mantener (el sino de la cupletista) y no es mujer de gustos caros ni pretensiones inalcanzables. Aún así, en su número del 3 de septiembre de 1913, aparece en el periódico El Día de Madrid un curioso artículo. El periodista se encuentra en el teatro donde actúa Teresita Zazá (a la que, horror, no le gustan los toreros) cuando aparece por allí Salud Ruiz. Un hombre la interpela, guasón: "¿Cuándo te vas a casar conmigo?" a lo que ella contesta: "Para eso necesito que me des tres mil duros" y se va, más ancha que pancha, dejando al interfecto y al propio periodista en estado de perfecta perplejidad.
Teresa "Zazá" con la cara que se le quedó tras
escuchar los desplantes de su colega Salud Ruiz
Salud, suponemos que sin los tres mil duros de rigor ya que sigue soltera, actúa en noviembre de nuevo en el Fantástico de Lisboa. Es en Portugal (en general, fuera de España) donde las cupletistas españolas ganan de verdad dinero. Casi todas vuelven de allí con un capital a invertir en joyas o inmuebles. Salud no es la excepción aunque ya sabemos de su espíritu sobrio y ahorrador. Las navidades del 1913, el año de su despegue, las pasa en el Novedades de Valencia junto a la pizpireta Amalia Molina. En febrero de 1914 ya está en el Gran Salón Doré de Barcelona, donde tiene una gran éxito. Después toma un barco por primera vez en su vida (no se marea, aunque es de secano) y cumple con sus contratos en el Balear de Palma de Mallorca, a continuación en Soller para terminar la gira de nuevo en Palma, esta vez en el Lírico.
Salud en 1913, con dieciocho espléndidos años,
luciendo elegancia en el atuendo y la pose

El estallido de la Gran Guerra europea el 28 de julio de 1914 encuentra a Salud con un contrato para actuar en algún lugar de Europa que no especifica. Ni qué decir tiene que el contrato se rescinde y durante unos meses Salud descansa, acaso obligadamente, esperando nuevos contratos en países neutrales. Y más neutral que España, difícil, aunque no imposible. Cuando termina 1914 Salud se ha hecho una gira por el levante español sorprendiéndole la navidad en el salón La Paz de Castellón.
Portada de la revista argentina Caras y Caretas en 1914,
con su peculiar visión de la guerra europea y de los países
neutrales (el bandolero español no tiene desperdicio)
Después de un breve paso por el Petit-Palais de Bilbao (quién sabe si para verse con el mozo pelotari) vuelve Salud al Romea, a estas alturas como su segunda casa. Allí comparte cartel con la Argentinita y la cantante italo-española Fernanda Syller.
Fernanda Syller, en pose filosófica, preguntándose:
¿qué será esa pelusita que flota por el aire?
El año 1915 ha comenzado con muy buenos augurios laborales. Trabaja mucho en Valencia donde participa en una función en beneficio de los pobres del Hospital que se celebra en el teatro Principal. De ahí al Novedades y el Eslava valencianos, el Teatro-Circo de Albacete y otro salto hacia Bilbao, para trabajar en el salón Campos-Elíseos.Cuando regresa a Madrid en el mes de marzo lo hace para participar en una curiosa función de beneficio en el teatro de la Zarzuela. Hace poco se ha formado la Sociedad Unión Artística de Varietés, dado el auge que el género ha adquirido en las dos últimas décadas. Los asociados necesitan fondos y nada mejor que tirar de la cantera, así en el mencionado festival actúan, entre otros, la troupe acrobática Perezoff, los joteros Hermanos Gómez, los clowns Santos y Tottingen, el imitador Pepe Medina, la cantante de aires regionales Lola Mansilla y Salud Ruiz "cancionista muy aceptable". Sobre el director de orquesta se dice que "era muy bueno, espantando moscas" y en cuanto a la organización, simplemente lamentable. La asociación duró poco.
Los primeros integrantes de la Sociedad Unión Artistica de Varietés:
todos caballeros, y eso que en las variedades lo que mas había era mujeres
Pero no contenta con poner su granito de arena en esta causa, Salud participa en otra en el mes de abril, esta vez una función benéfica para socorro de los pobres del distrito de La Latina. En él actúa la bellísima Nieves Suárez (tendrá entrada en este blog en breve), el ilusionista Alejandro Maximino, Colombina y la pareja de baile Yepes y Rivas. De la decoración, a base de una extensa colección de majestuosos mantones de Manila, se encarga el afamado industrial D. Pedro Jiménez, prócer local.
En cuanto a su carrera personal, a Salud no pueden irle mejor las cosas. Actúa en el madrileño teatro Álvarez Quintero (San Bernardo,59) junto a primeras figuras y tiene allí (aunque lo ha estrenado en el Romea) un estruendoso éxito con uno de sus cuplés más conocidos además de ser uno de los más conocidos entre los cuplés, "La nieta de Carmen".
Salud, muy flamencona con su bata de cola, cantando "La nieta
de Carmen", uno de sus más celebrados números
"Si Carmen tuvo amores con Escamillo/yo estoy loca perdía por un chiquillo/mu pinturero, que si no mata toros, será torero", cantaba Salud como nieta de Carmen. Escrita por Eduardo Montesinos y Font de Anta, este cuplé aflamencado fue cantado por Pastora Imperio aunque no se sabe de fijo si fue estrenado por ella o por otra oscura cupletista anterior. La versión de todos conocida es muy posterior, la de Sara Montiel en "El último cuplé" (que aquí os dejo gracias José de la Proa y su canal en YouTube).


El caso es que esta canción es la primera de unas cuantas que Salud popularizó aunque no fuera ella la que las estrenara. Cualquier cuplé de mediano mérito pasaba de mano en mano, o mejor dicho, de garganta en garganta, con liberalidad y pocos remordimientos, y así donde hoy no funcionaba uno cantado por Fulanita, mañana se convertía en todo un éxito interpretado por Menganita. Misterios del cuplé.

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En el verano de 1915, convertida en toda una estrella, repite Salud en el tórrido Madrid contratada por la empresa del Buen Retiro para actuar en "el día de gran moda", en el que se suponía que las damas (y algún que otro caballero) así como las artistas lucían sus mejores galas. De ahí, repitiendo su periplo de 1914 pasa a Parisiana, pero innova este año gracias a su contrato en la Brasserie del hotel Palace ("tarde y noche, cinema y varietés") sitio fino donde los haya y en nada parecido a aquel Salón Madrid de sus comienzos. Precisamente una de las habituales del Palace, la gentil Fornarina que da nombre a este blog, muere en la madrugada del dieciocho de julio, en medio de la consternación de todos los que la conocían y admiraban.
Siempre es buen momento para hacerle un homenaje
a Consuelito, la simpar e infortunada Fornarina
No sabemos si Salud conocía a Consuelo, aunque no llegaron a coincidir en los escenarios y no parece que tuvieran mucha ocasión para tratarse. El caso es que, afectada o no por la muerte de su colega, Salud sigue trabajando incansable por los escenarios de toda España. Después de una verbena popular organizada en la Fuente de la Teja de Madrid (con precios asequibles para que las "levantiscas" clases bajas estén contentas a pesar de la canícula), Salud con buen criterio parte hacia el norte y actúa en el Pabellón Iris de Santander (donde también actuarán esta temporada Raquel Meller y la Argentinita) y el teatro Jovellanos de Oviedo.

El Teatro-Cine Jovellanos de Oviedo, hacia 1906.
(fuente: "La Nueva España", www.lne.es)
Trabajo no le falta a la heroína de esta historia. Las críticas recibidas han sido siempre buenas o al menos tibias en el peor de los casos. Pero está triunfando, codeándose con las grandes y cobrando cada vez más. Es cuestión de tiempo que surja en su vida la figura del crítico feroz, del calumniador extraoficial o del envidioso oficioso. Y este tiempo está a punto de cumplirse. Y su némesis está a punto de llegar en la figura de un viejo conocido de este blog: Manzanares Nausa.
Para más información sobre este sujeto podéis ver la entrada dedicada a Preciosilla en este enlace:

Del daño que Manzanares -experto en estas lides- le causó a la hasta ahora inmaculada Salud, de cuánto duró la campaña de desprestigio y de cómo reaccionó la cupletista, daré cumplida cuenta en la siguiente entrada. No os la perdáis.
Precisamente demandas y reclamaciones no le faltaron a nuestro
buen amigo, el más feroz de los críticos del cuplé
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