La Fornarina y otras cupletistas que marcaron una época

La Fornarina y otras cupletistas que marcaron una época: mujeres ayer admiradas, hoy olvidadas

domingo, 25 de enero de 2015

LAS OTRAS: Salud Ruiz (III)

Salud Ruiz,  plasmada en todo su dramático esplendor por el gran Calvache,
protagonizó esta extraordinaria portada de Mundo Gráfico
Prácticamente desde sus inicios, a Salud le compusieron cuplés algunos de los mejores autores de su época. Unas veces para ser cantados por primera vez ante el publico, otras graciosamente cedidos a ella después de haber sido interpretados por otras artistas. En 1919 comenzó el año estrenando "La modiña brasilera" y "Flor de California" de Yust y otro del eminente compositor canario Reyes Bartlet, mientras tenía al maestro Quirós ocupado preparándole un nuevo repertorio. Escamilla, reputado letrista, le escribe "Aduladora", "Pajarito que canta" y "Ven, pescador". El repertorio de las cupletistas era amplio, en constante innovación, con el fin de mantener la atención de un público tentado por una amplísima oferta.
Retrato de Juan Reyes Bartlet
(fuente: bernardocabo.blogspot.com)
La voz es importante en una cupletista que, a fin de cuentas, no es más que una cantante. Pero no había que descuidar la imagen escénica y aunque Salud era más bien sobria (y algo tacaña) fuera de los escenarios, no escatimó nunca sobre ellos ni dinero ni imaginación. Uno de sus diseñadores fue el polifacético Álvaro Retana que llegó a vender sus modelos en exclusiva para la casa Thiele (H. Thiele en la madrileña calle Postas números 29-31) con el reclamo publicitario de ser el lugar al que acudían Salud Ruiz y otras famosas cupletistas del momento.
Figurín de Retana para una revista musical de 1920,
más que evidentemente influenciado por el estilo de Erté
(fuente: Museo Nacional del Teatro,

http://museoteatro.mcu.es/obra-sobre-papel/)
Vestida o no por Retana debuta Salud en marzo de 1919 en el Cine Fuencarral (así aparece en cartelera, como cine y no como teatro), actuando tras el programa de cinematógrafo donde triunfa la película de la Bella Otero "Otoño de amor". Tras esta actuación no volvemos a saber nada de Salud hasta el mes de agosto, cuando aparece anunciada en la terraza del Gran Casino del Sardinero (Santander) en sus "diners de moda, bailes con cotillón, y tés dansants". Entre otros artistas actuarán esta temporada Tórtola Valencia o Carmen Flores. El lugar era de postín y estaba abierto todo el año, pero era durante los suaves veranos cántabros cuando se hallaba en plena efervescencia.
Habréis notado que entre la actuación del cine Fuencarral y la del Gran Casino median unos cuantos meses. Poca actividad artística tuvo Salud durante este tiempo si bien otro tipo de actividad, más íntima y dolorosa, tuvo lugar no en la escena sino en su corazón. Las razones, entonces como ahora, fueron veladamente desveladas a su público por medio de la prensa.
El 31 de julio de 1919 aparece en la revista "Vida Manchega" una entrevista realizada por un periodista (reporter, se llama a sí mismo) que prefiere esconderse bajo el seudónimo de Crispín.
Salud durante la entrevista, cómodamente enfrentada al atildado
periodista calzada con sus zapatillas "de andar por casa"
Salud debuta en Ciudad Real y recibe a la prensa local en su camerino antes de la actuación. Es sorprendida mientras se retoca ante el espejo, pintándose los labios con una barra de carmín color rojo cereza. Crispín es indudablemente un admirador, se recrea en el físico de la artista y nos deja de ella la siguiente descripción:
"La artista es guapa, morena, con unos ojos de pupilas muy negras y muy expresivas; brillantes ojos de agarena que no pueden desmentir su tierra andaluza. Es una cancionista de primera fama, una estrella que en muy poco tiempo hizo célebre su nombre".
Por no tener tiempo para atenderle debidamente (tiene que actuar) quedan cupletista y reporter el día siguiente para tomar café en el hotel donde ella se hospeda. Cuando llegan Crispín y el fotógrafo (E. Lérida, apodado con cierta chunga Alfonso Bis) se encuentran a Salud relajada, vestida de calle pero con los escarpines (rosas y con lazo) que estaba de moda por entonces llevar en casa. Ingenua, simpática y amable, nada engreída por su fama, su actitud es pensativa, su estado de ánimo algo melancólico. En definitiva, se encuentran a una mujer en horas bajas que está dispuesta, en su indefensión anímica, a hacerles alguna que otra íntima confidencia.
Salud pasaba por unos delicados momentos pero, a pesar de todo,
esos escarpines eran toda una declaración de principios
Confiesa ser pretenciosa, que lo más importante para ella ha sido conquistar una posición dentro de su carrera y que mantener su hogar y a los suyos ha sido siempre una constante en su vida. Reconoce que su madre está delicada ("su pobre madrecita padece una aguda neurosis") y que en cuestión de amores acaba de pasar por un mal momento: después de tres años acaba de terminar una relación, dando a entender que fue por decisión de la otra parte y que, si por ella fuera, volvería con él. Aún así no guarda rencor ni siente pena, acaso decepción, una de esas desilusiones que nos hacen ver a la persona amada tal y como es, ni peor ni mejor, simplemente distinta a la idea que nos habíamos forjado. De todos modos el periodista deja claro que "los amores de Salud Ruiz pasaron sin dejar rastro", y el que quiera entender que entienda.
A malos tiempos, buenos abanicos
Pero la vida sigue, faltaría más. Y así en septiembre actúa en el teatro de Martos, después pasa al Parisiana de Zaragoza y acaba el año en los inevitables Trianón Palace y Price de Madrid. Los programas de variedades de ambos locales son una señal del cambio de los tiempos. De hecho Salud comparte en el Price ("la catedral de las variedades") tablas con Isabelita Ruiz, cancionista de moda y vedette de revista musical en ciernes. Se dice de Salud que es "una de las pocas artistas que los americanos nos van dejando por acá" ya que son numerosos los artistas españoles que prueban fortuna en América, debido a que lo español se ha puesto de moda y a una cierta saturación en el mercado nacional. No en vano se acercan los años veinte con sus cambios radicales en la escena española, empujados por la ventolera del avance imparable del cine. Diabólico invento, válganme las variedades.
El proyectil del cinematógrafo impactando sin piedad
en el ojo de las variedades y el cuplé: todo un desastre
(perdóname, Méliès, por esta licencia bloguera)
El aciago año termina mal para Salud, que es timada en su propia casa: un tipo dice venir de parte del maestro Romero, se presenta con una papeleta del Monte de Piedad y le pide cien pesetas (por entonces una cantidad apreciable), llevando una carta con la firma falsificada de Romero donde éste le pide a Salud que le dé al hombre el dinero. Y ella se lo da. Ni carta ni papeleta eran auténticas y aunque el individuo es detenido, Salud no recupera su dinero ni su tranquilidad. Después de este suceso, sin duda un delito menor y sin graves consecuencias, Salud enferma y durante un tiempo cancela sus actuaciones. Simplemente ya no puede más y acaba rescindiendo su contrato con el Price, quedando en su lugar Preciosilla y Matilde Aragón. Con tan afamadas cupletistas espera Antonio Alesanco compensar los gastos que le ocasiona su compañía de zarzuelas, que acaba de debutar con una reposición de la "Maruxa" de Amadeo Vives.
Partitura de Maruxa, con música de Amadeo Vives
y libreto de Luis Pascual de Frutos
A pesar de todo la empresa del Price no le guarda rencor a Salud y el 29 de febrero de 1920 le hacen en este teatro una función en su beneficio. Gracias a tan bonito detalle Salud se recupera con celeridad y actúa en el Salón Imperial de Sevilla, a continuación en el Ramírez de Córdoba y el Gran Casino de San Sebastián en abril, para volver en mayo al Ramírez cordobés donde es la más predilecta de sus artistas. Después de pasar unos días del mes de julio actuando en El Dorado de Barcelona (aquel de Manzanares Nausa) debuta en el Romea de Madrid, tras posponer la fecha debido a una ligera indisposición. Con ocasión de su debut la crítica se divide entre los que consideran positivamente su voz y presencia, y los que consideran su repertorio demasiado flojo, incluso de mal gusto. En todo caso no adecuado para su temperamento artístico, prestándose poco al lucimiento. Entre los temas que estrena figuran "La novia del torero" y "La moza talaverana", "De su pueblo" y "El monaguillo" (los dos últimos del A. Leyra). Parece que esta vez Salud no ha acertado a la hora de escoger repertorio, pero no tardaría en resarcirse. Y a lo grande.
Partitura de "¡Pa qué te voy a contar!", canción compuesta para Salud Ruiz
por el Maestro Romero, una de las muchas estrenadas por ella
Del Romea, donde esta vez compartirá escenario con ¡Moreno! y La Yankee, pasará Salud al Lírico de Palma de Mallorca. Ya en noviembre regresa a Madrid, al Madrid Cinema (hoy Teatro Maravillas) donde estrena con gran éxito el chotis "Las manitas... no" de Viérgol. Las grabaciones de sus temas se harán más numerosas durante los años veinte, así como la publicación de partituras y cancioneros con sus éxitos. Fue Salud una de las más prolíficas en este aspecto, y aunque no le dejara demasiados beneficios en aquella época (poca gente disponía todavía de gramófonos en sus casas) sí demostraba que tenía ya un fino olfato para ver las posibilidades comerciales de la música popular.
En Crédito S. Loinaz (calle Prim 39 de San Sebastián)
te daban hasta 28 meses para pagar un "Solófono"
En 1921 comienza la temporada actuando en el Price, junto a Joaquín Rodriguez (tocaor de guitarra), Margarita Grácil (bailaora) y el prestidigitador D'Anselmi, a dos pesetas la butaca. Y aún saca tiempo para lucirse en una carroza de carnaval desfilando junto a estos artistas por el Paseo de Rosales de Madrid, luciendo según la prensa un críptico "color de moda". Premio para el que sepa decirme cual fue dicho color en el invierno de 1921.
El 17 de febrero, recién terminados los carnavales, la Asociación Pro-Tuberculosos celebra un festival benéfico del que formará parte Salud junto a La Argentina, Mercedes Serós, la compañía teatral de Simó-Raso y las Hermanas Corio, gentiles bailarinas muy a la moda.
Las Hermanas Corio, aquí en asiático atuendo, fueron
las bailarinas favoritas del público español en los años veinte
Salud sigue trabajando, incansablemente, en los escenarios de toda España y haciendo sus grabaciones, de las que viene bien recordar que se hacían en directo, con orquesta, sin producción posterior y en una sola toma. En marzo de este año precisamente saca Odeón lo que se consideraba un doble disco, en el que aparece Salud cantando en una cara dos temas (uno de ellos "Serenata Galante") y en la otra cara otros dos temas de Mari-Rosa, cancionista de breve historial.
Después de una breve actuación en el barcelonés Edén Concert junto a Lolita Baldó, actúa en el Madrid Cinema junto a la Niña de los Peines e Isabelita Ruiz. Pero Salud vuelve a enfermar y cancela las representaciones, para volver un mes después y recibir grandes elogios: bella estrella, reputada cancionista con voz grata y extensa que da vida, con matices expresivos, a tipos cómicos y mujeres pasionales, etc. Tiene un gran éxito y demuestra, una vez más, que al menos en Madrid es muy querida.
Salud cantando "Enfermera del amor", uno de sus éxitos en la temporada
de 1920, quien sabe si influenciada por frecuentar ambientes hospitalarios
Cuando acaba el contrato Salud tiene que tomarse un obligadísimo respiro para ser operada de la garganta por el doctor Tapia, al parecer toda una celebridad de la época como cirujano. Lo cierto es que no hizo Salud honor a su nombre (María de la Salud, en honor de la virgen de esta advocación), padeciendo a lo largo de su vida numerosas dolencias, ninguna de ellas afortunadamente demasiado grave.
Impresionante talla de Nuestra Señora de la Salud 
(http://www.trasladoalsepulcro.org/Cultos/Cultos.htm)
La operación resulta un éxito, Salud se recupera prontamente y el resto del año 21 será de una actividad casi frenética para ella: actúa en el Madrid Cinema, en el Ramírez de Córdoba y en el teatro del Centro de los Hijos de Madrid o Teatro Centro (hoy Teatro Calderón), junto a una troupe de liliputienses, bailarines de jotas y artistas argentinos del tango. A las 10,15 de la noche actúa Salud, cerrando el programa y tras el pase de una película, "Corazón de España" de la Casa Salvador, un documental sobre la corrida de la Beneficiencia. Triunfan también en el teatro Centro Monsieur y Madame Leonard, ilusionistas franceses, él escamoteador (escapista) y ella adivinadora (mentalista). Es intención de la empresa de este teatro (y de todos) que los madrileños que pasan calor no tengan que trasladarse en tranvía en las afueras y por ello preparan su local para soportar la canícula. Unos cuantos ventiladores instalados en las columnas del patio de butacas hacían las funciones de aquel arcaico sistema de aire acondicionado. El resto lo ponían los abanicos de las señoras.
Aniguo ventilador de la marca Siemens Schucke
(fuente: articulo.mercadolibre.com.ar)
En el mes de julio se anuncia la actuación de Salud en el Lírico de Palma para la temporada que comenzará en septiembre, pasados los calores del estío. El resto de las actuaciones contratadas son de primera magnitud: Pilar Alonso, Goyita, Emilia Bracamonte, la Argentinita y Laura de San Telmo. Aún tiene tiempo de actuar en el Parisiana de Madrid y de hacer lo que entonces se llamaba una "función monstruo", a beneficio de los soldados de la (enésima) guerra de África.
En los detalles de esta función merece la pena pararse un poco. Actúan  en ella Mercedes Serós, Nati la Bilbainita, las Hermanas Corio, Isabelita Ruiz, la Argentinita, y Egmont de Bries. Los autores de los cuplés y canciones ceden sus derechos, y dirigen los maestros Romero, Font y Bertrán Reyna. Tan espléndida función (todos primerísimas figuras) es organizada por una junta presidida por la marquesa de la Corona."Sobre la bárbara tragedia de los agros rifeños se han tendido, blancas y acariciadoras, las manos piadosas de esta dama prócer, caritativa y bella", decía de ella un medio de la época.
Retrato de la Marquesa de la Corona, fotografiada por Walken,
con motivo de la función benéfica por la Guerra de África
Lo cierto es que este año Salud no sólo merece compartir cartelera con lo más granado del mundo artístico. Es 1921 su año más prolífico, el de su apogeo como artista, el del lanzamiento de dos de sus mayores éxitos y más concretamente el del tema que más famosa le haría y por el que sería recordada durante décadas.


Grabaciones de Salud para Odeón de "Mon Homme", "Nena"
y "La nieta de Carmen" (a vuestra disposición en todocolección.net)
Odeón lanza este año los siguientes discos dobles de Salud: "Mi hombre" y "Nena", "La mantilla zamorana" y "Flor minera", "Serrana de Talavera" y "La perla del Buen Retiro". Pero será "Mi hombre" la que se convertirá en la canción de moda, la que se oye en todas partes: en los salones, en los patios de vecindad, cantada por criadas y señoras, y algún que otro caballero de especial sensibilidad. El éxito es absoluto, atronador, definitivo.
Salud caracterizada para cantar "Mi hombre",
con un estilo inconfundible de apache parisina
La canción "Mi hombre" tiene una historia larga y curiosa, como no podía ser menos tratándose de un tema tan emblemático. "Mon homme" fue originalmente compuesto en 1916 por Maurice Yvain, con letra de André Willemetz y Jacques Charles. La primera en popularizarlo fue la célebre vedette francesa Mistinguett de la que os dejo aquí una versión grabada en 1938 (gracias a su publicación por parte de lysgauty1 en YouTube).


Después de los franceses, que inventaron el término, no hay pueblo más chovinista que los estadounidenses. Así que ellos consideran que la siguiente artista en interpretar y grabar este tema fue la, por otra parte, magnífica Fanny Brice, en 1921. Pero no es así, ya que muy probablemente antes de "saltar el charco" fue en España donde gracias a la versión de Salud Ruiz se grabó esta canción en 1920, un año antes que en los EE.UU. Después sería interpretada y grabada por artistas tan dispares como Edith Piaf, Billie Holiday, Sara Montiel (en una magnífica adaptación de Jesús María de Arozamena) o Barbra Streisand, estas dos últimas llevando el tema al cine en "La Violetera" y "Funny Girl" respectivamente. Cualquiera de estas versiones es maravillosa ya que el tema es grande por sí mismo, muy difícil de pervertir o destrozar, ni siquiera cuando se han hecho parodias de él.
Os dejo aquí otra versión, la de Sara Montiel en "La Violetera" (gracias a Egor Savin en su canal de YouTube).
Más desgarrada que ella, acaso la Piaf. Con mejor voz, la Streisand, sin duda. Pero más guapa que la Montiel, ninguna.

Pero volvamos a Salud y su creación de este famosísimo cuplé. Tuvo el acierto de caracterizarse apropiadamente, imitando sin pudor a Mistinguett pero haciendo una creación personal, con una letra adaptada al público español que, muy probablemente, fue en esta primera versión obra de José Juan Cadenas, aunque dejo el dato abierto para su discusión o cualquier sugerencia que tengáis al respecto.
Desmintiendo a aquellos que consideraron a Salud Ruiz como una figura de segunda fila, debido quizá a su propensión a cantar cuplés de "segunda mano", lo cierto es que triunfó con "Mi hombre" de forma incuestionable. Antes de las listas de éxitos, de los discos de oro y platino o de los billboards, este cuplé fue un número uno a la española en popularidad y ventas.
Y para terminar de una vez con "Mi hombre" os dejo un enlace del magnífico blog "Del cuplé a la revista" donde tenéis más información al respecto:
http://delcuplealarevista.blogspot.com.es/2015/01/joyas-del-cuple-es-mi-hombre.html

Salud Ruiz, con su "look" para cantar "Mi hombre", sin asomo de
tragedia, más bien feliz de la vida por su inesperado éxito

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En septiembre de 1921 se abre en Madrid el nuevo Teatro Maravillas. Hasta ese momento conocido como Madrid Cinema aunque inaugurado en su momento como Maravillas, fue primero un teatrillo desmontable y a pesar de tan mareante historial tiene el mérito de seguir abierto y en funcionamiento hoy en día. El empresario Campúa respeta el nombre original, que considera con buen criterio clásico y castizo, e invierte en el destartalado e incómodo local convirtiéndolo es una sala decorada al gusto del momento: al estilo japonés, imperando en colores el amarillo, el azul cobalto y el gris; telón a grandes rayas amarillas y azules, con colgaduras en los palcos, todo de estilo japonés; grandes faroles japoneses en forma de canastillas rebosantes de flores artificiales separan los palcos, con una suave iluminación complementada por los grandes faroles que cuelgan del techo, por supuesto, japoneses.
En sesiones de tarde a las cinco y de noche a las diez, ofreciendo cinematógrafo y varietés, su primer cartel esta compuesto por Salud, Esperanza Benito, Los Morgados, Estrella Mejicana, Mouna Montero, Nita Solbes, Marujilla, Lolita Méndez, y los célebres clowns Pompoff, Thedy y Emig.
Thedy, Pompoff y Emig hacia 1925
Después del éxito obtenido en el Maravillas con "Mi hombre" Salud actuará de nuevo en el Edén Concert de Barcelona. Cuando regresa a Madrid pasa por un momento de cierta angustia al perder a su perro Rute, un caniche blanco (perro lulú, lo llamaban entonces) y pone un anuncio en el periódico La Libertad ofreciendo una gratificación a quien lo encuentre. No sabemos si Rute apareció, pero por este anuncio nos enteramos de que en estos momentos vive en el número 16 de la calle Escorial de la capital, una casa que sigue hoy en día tal y como era entonces.
Termina el año actuando en el Maravillas. Entre sus compañeros destacan Maruja Lopetegui, Ramper, la mexicana Evan Stachino, Lolita Duran y... Musidora.
Musidora como Irma Vep en una de las películas de "Les Vampires"
Musidora es el seudónimo de Jeanne Roques, una parisina polifacética que fue actriz y directora de cine mudo, pintora, escritora y musa del surrealismo. Creó para el cine el personaje de Irma Vep (anagrama de Vampire) y su imagen estilizada y oscura, una especie de mujer fatal feminista, tuvo una enorme influencia estética en sus tiempos. Cuando a principios de los años veinte se enamoró del rejoneador Antonio Cañero, se vino con él a vivir a España y aquí realizó tres películas. También hizo esporádicas actuaciones en los escenarios, como esta temporada de las navidades de 1921 que pasó en el Maravillas de Madrid, donde seguramente conoció a Salud.
Una inusual Musidora flamenca 
Comienza 1922 y Salud está en pleno apogeo artístico. Sus cuplés se hacen populares al momento, aún cuando no haya sido ella la que los haya estrenado. Hay algo en sus grabaciones y en su estilo, que hacen su figura popular y cercana al gran público. No es la mejor (¿alguna lo fue?), ni la más guapa, ni siquiera la más ambiciosa. Profesionales como ella hubo muchas, chicas cumplidoras y muy trabajadoras, procedentes de orígenes humildes y trasplantadas a un mundo donde abundaban las presiones de todo tipo. No destacó Salud en ninguno de estos aspectos y quizá por ser una más entre todas y tener una imagen más bien gris e inofensiva, el público se sintió especialmente identificado con ella.
Aún le quedaban muchas cosas por vivir y algún que otro éxito que cantar. Todo, en la próxima entrada.

lunes, 5 de enero de 2015

LAS OTRAS: Salud Ruiz (II)

Una jovencita y traviesa Salud, a todo color, fotografiada por Walken en traje escénico de "Polichinela"
Dejamos a Salud, al final de la primera entrada a ella dedicada, enzarzada en su primer encontronazo con el crítico Manzanares Nausa. Pero no es ésta una situación que deba preocuparnos demasiado pues la medida de la fama de una cupletista la otorgaban dos hechos indiscutibles: por un lado la existencia de un público incondicional y por otro lado la de, al menos, un crítico virulentamente contrario a la artista. Y si había que tener alguno, quién mejor que Manzanares Nausa, experto en estas lides y con un contrastado historial de animadversiones cupleteras.
Parte de una foto de José Manzanares Nausa en 1916, con su
aspecto elegante y atildado, no exento de cierto decadentismo
En noviembre de 1915 Salud debuta en el Salón Doré de Barcelona, ambos (teatro y ciudad) feudos indiscutibles de Manzanares Nausa. El artículo que éste escribe para el "Eco Artístico" con ocasión del debut, es de una ferocidad sólo comparable con la de un gorila macho de espalda plateada que defiende su territorio ante el ataque de otro macho dominante. No hay en él la mínima admiración, no deja ni un resquicio a la piedad y absolutamente nada de la actuación de Salud queda a salvo. Y así va desgranando desagradables afirmaciones sobre cada uno de los cinco cuplés que la artista canta en el Doré.
Salud cantando "La cantinera", cuplé que tampoco
se libró de las críticas de nuestro amigo Manzanares
Poco elegante y aún menos objetivo, la compara constantemente con otras colegas: Eugenia Roca hace una mejor creación de "La tonta de Gijón" donde Salud, dándolo todo, llega a dar una ridícula voltereta en escena; otro couplet es cantado mejor por La Verna que, más fina, no se mete los dedos en la nariz en escena como al parecer hace Salud, experta en porquerías; en lo que respecta al tema  "La modistilla militar" simplemente lo destroza, nada que ver con la magnífica interpretación que de éste hace La Goyita (por otro lado, amiga predilecta de Manzanares fuera y dentro de la escena); en cuanto al cuplé "El jarruchito" no hay nadie "que lo diga y accione como Ida Dermy, de quien podría usted aprender mucho", recrimina a Salud.
Ida Dermy, artista italiana de potente voz y no menos potente físico,
fue una "artista de artistas", muy admirada e imitada por sus colegas
Pero lo peor de esta crítica no fue su parte artística sino la personal. No contento con destrozar el estilo, la puesta en escena y la voz de Salud, acusa a ésta de desprestigiar y calumniar a sus compañeras, supliendo así su falta de talento en escena con un talento de sobra para la "chismografía reporteril". Al parecer la cupletista La Aygel, el criado de Los Harturs (artistas de variedades)  y el regidor del Salón Doré le han contado a Manzanares que han sido testigos de estos malévolos comentarios. Salud habría "echado verdaderas pestes" sobre Carmen Flores, Nati la Bilbainita, la Argentinita y Amparito Medina. La crítica termina con un malicioso aviso: "Señores empresarios, dar más de sesenta pesetas al día por esta coupletista corta de talla, son ganas de tirar el dinero".
Teniendo en cuenta que Salud no tuvo nunca problemas con ninguna de sus compañeras, que se hizo famosa por su discreta falta de ambición y que fue hasta su muerte amiga íntima de Carmen Flores (una de las calumniadas) cuesta trabajo creer que fuera la maldiciente criatura que Manzanares nos dibuja. O estaba mal informado, dando por buenas informaciones no contrastadas, o fue él el instigador o creador de este bulo malintencionado.
La foto anterior del crítico al completo: Manzanares junto a su adorada
e intocable Goyita, por lo demás cupletista bastante "corta de talla"
No sabemos si Salud se defendió o dejó pasar a aquel toro enfurecido sin malgastar en él ni un capotazo. Pero con Manzanares sólo había una cosa segura: era tan constante en sus odios como leal en sus amores y con él no servían para nada ni la acción ni la pasividad. Y así quince días después publica una nueva crítica feroz desde Barcelona, aunque en realidad se trata de la segunda parte de la anterior. Se reafirma en todo lo dicho y además dice que sus colegas le dan la razón, habiendo acertado plenamente en todo cuanto dijo de Salud. Además la empresa la ha echado del Salón Doré (en realidad ha vencido su contrato) pues no ha gustado. Y continúa: "De discreta cancionista ha pasado a cupletera, tiene los resabios que convierten a un buen torero en uno mediano, el público la siseaba y ella, en lugar de callar, quiso chunguearse del público y éste le dio un meneo que ni de encargo y llegó hasta las primeras trincheras belgas [referencia a la guerra mundial] y tuvo que intervenir la policía que la acompañó hasta su domicilio. Llegó a Barcelona orgullosa, olímpica y altanera, ahora se va modesta y sencilla, con el sello del vencido, y no digo más porque no me gusta hacer leña del árbol caído". Sobran las palabras.
Salud con cara de estar pensando: ¿pero qué le he hecho
yo a este hombre para que tan mal me trate?
Afortunadamente para Salud, la vida sigue y los críticos pasan. Así que después de actuar en el Teatro Principal de Guadalajara termina el año 1915 en el Romea madrileño, al lado de Candelaria Medina, la bailarina Luisa de Vigné y la Argentinita que, al parecer, no le guarda rencor por sus comentarios.
La Argentinita en sus comienzos, antes de convertirse en una
de las más grandes artistas españolas de todas las épocas
Pero a Salud no se le ha olvidado la cruel crítica de la que fue víctima. La misma revista donde es redactor Manzanares, el Eco Artístico, publica el 15 de diciembre un comunicado dirigido al director firmado por la cupletista. Por su estilo y contenido merece la pena que la incluya aquí en su totalidad:

Muy señor mío y de mi consideración:
Le ruego que inserte estas líneas en el periódico de su dirección, acogiéndome a su caballerosidad, toda vez que en él se me dirigen torpes alusiones y se me achacan infundios maliciosos y completamente falsos.
No me mortifican las censuras que D. J. Manzanares Nausa pueda dirigirme como artista. Es, al fin, un derecho de crítica, y sólo el lector puede decir la competencia que tenga este señor para criticar. Hacer crítica de críticos sería una cosa muy divertida, pero no creo oportuno ocuparme de ese señor crítico.
Lo fundamental de mi réplica es que yo nunca he censurado la labor de mis compañeras y que siempre he respetado lo mismo su vida que sus orientaciones artísticas.
Respecto a los testimonios a los que alude en su crónica ese Sr. Manzanares, comprenderá usted, señor director, que yo nunca puedo mezclarme en tales dimes y diretes; me parece muy poco gallardo intervenir en estos asuntos de vecindad ni como señora ni como artista.
De mis facultades como canzonetista, sólo el público es el supremo juez, y si éste llena el Teatro para oírme y las Empresas me contratan, alguna razón habrá que, sin duda, se escapa a la sagacidad de ese señor que menciono.
Y nada más, señor director. Doy al olvido las alusiones y conceptos poco galantes que ese señor me dedica, comprendiendo que la pluma se escapa y a veces expresa lo que no quisiera decirse.
Gracias de su atenta s.s., q.b.s.m.(1)
Salud Ruiz
Salud en "La joya del harén", suntuosamente ataviada y
ajena a críticos furibundos con peores plumas que las suyas
A primeros de 1916 el Heraldo de Madrid hace una encuesta entre diferentes artistas, todas mujeres, preguntándoles sobre sus proyectos para el año nuevo y lo que le han pedido a los Reyes Magos. Salud, con las cosas muy claras, responde: "Un capital bastante para producirme una renta que asegurase el bienestar mio y el de mi familia". Más le valdría haber pedido una cólico nefrítico o miserere para cierto crítico, porque el 5 de enero de (empezamos el año igual que terminamos el anterior) vuelve a publicarse otra ratificación de Manzanares Nausa contestando al comunicado de Salud. Parece que le ha molestado que la cantante se defienda, estando como está en su derecho y habiéndolo hecho además de forma educada y comedida, conceptos éstos que el crítico al parecer desconoce. No contento con esto, empeñado y casi obsesionado a estas alturas con la pobre Salud, el 25 de enero vuelve a la carga, esta vez pasándose bastante más de tres pueblos. Se supone que un tal Miauu le envía una carta (llena, horror, de errores ortográficos) quejándose de sus reportajes y le reprocha que no hable de Salud Ruiz y hable de otras que lo merecen menos. Manzanares le contesta que "como a un gato le ha visto las orejas" en la posdata donde habla de Salud y que quizá sea el autor de la enfermedad que ha tenido a la cupletista "nueve meses alejada de la escena".
Peor rumor no podía difundirse en aquella época sobre una mujer soltera. Lo cierto es que era falso. Como todo lo que Manzanares contó sobre ella.
El Teatro Moderno de Logroño en 1913
(fuente: www.fer.es)
A pesar de las críticas en su contra muchos empresarios confían en Salud y ella continúa haciéndose con un público fiel. Actúa en el Teatro Moderno de Logroño, en el Apolo de Valencia, en el Teatro Circo de Albacete (donde es muy querida), en el Moderno de Salamanca y en Madrid, donde reside y tiene un público incondicional. En octubre, ay, vuelve a Barcelona donde ha sido contratada de nuevo por el Edén Concert. Ha pasado casi un año desde su última actuación allí, cuando se supone que tuvo que intervenir la policía a causa de un escándalo. Ni empresa, ni público, ni autoridades parecen recordar tal incidente. Si acaso el ínclito José Manzanares que esta vez no hace crítica alguna sobre la actuación pero sí nos deja la crónica de un suceso: Salud es atropellada por un tranvía en la esquina con Conde de Asalto pero, afortunadamente, no hubo consecuencias dignas de ser lamentadas. Si en todo este párrafo hay quien pueda leer entre líneas y encontrar algo merecedor de una doble (y maligna) lectura, puede ser que no se equivoque. Aunque también puede ser que crítico y cupletista hubiesen por entonces firmado la paz, vaya usted a saber por qué.
La cupletista sonriente con mantilla de chantilly,
una vez firmada la paz con Manzanares Nausa
Termina el año 1916 en el Romea, junto a Pastora Imperio y Damayanti. En este teatro se celebran los "lunes aristocráticos" en los que acuden a la función de noche personajes relevantes de la sociedad, la mayoría de ellos pertenecientes a la aristocracia. En la crónica del lunes 4 de diciembre, el periódico La Acción da buena cuenta del público concurrente: la marquesa de Baroja (que vive en Biarritz, tan fina ella, pero se encuentra en Madrid con motivo de la boda de la marquesa de Almonacid de los Oteros con el marqués de la Romana), la duquesa de la Unión de Cuba (el título es literal, no me lo he inventado, aunque pueda parecerlo), la condesa de Agrela, los señores condes del Real, el marqués de Ivanrey (todo un personaje, posteriormente promotor del turismo en Marbella), el marqués de Somosancho,... Parafraseando un popular tema de salsa podría decirse que "no había teatro pa tanto título", cosas de la época.
Interior del legendario teatro Romea de Madrid, testigo
de tantas inolvidables veladas del cuplé
El año 1917 no puede ofrecerle a Salud, en principio, mejores augurios. Empieza el año debutando en la Sala Imperio de Barcelona, a continuación vuelve al Romea junto a María Esparza, Jesusilla Unamuno y la pareja de cómicos formada por Luis Esteso y La Cibeles, tremendamente famosos en aquellos años, y con los que Salud compartiría escenario en numerosas ocasiones.
El matrimonio formado por Luis Esteso y La Cibeles,
están emparentados con el cómico Fernando Esteso
Tras un breve contrato en el Salón Pradera de Santander Salud regresa en verano a Madrid, actuando primero en el Romea y a continuación en los Jardines del Buen Retiro. Perdida la costumbre de instalar teatros y otro tipo de atracciones en el Retiro madrileño durante el verano, nos cuesta trabajo hoy en día imaginar el concurrido aspecto que debía tener el famoso parque durante los meses de julio y agosto. El caso es que por 1,25 pesetas se podían hacer cosas tan variopintas como participar en un concurso de mantones de Manila, optar a un premio en la rifa de veinte cenas con champagne, oír tocar a la banda municipal el programa del día y, cómo no, ver la actuación de la cupletista o los artistas de variedades de moda. Siempre escogidos entre las primeras figuras del momento eran pagados en parte con el importe de la entrada y en parte por el munífico ayuntamiento madrileño, entonces, como ahora, pensando siempre en alegrarle la vida a sus contribuyentes...
Fotografías de Compañy de artistas de variedades actuando en el Jardín del Buen
Retiro en 1898. Fuente: el recomendable blog Historia Urbana de Madrid

(http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/)
Después de la temporada en el Retiro es contratada de nuevo por el Vital Aza de Málaga y el Pradera de Santander, donde actúa con Nati la Bilbainita (otra de las presuntamente vilipendiadas). De allí, tras un viaje de aúpa, marcha al Salón Imperial de Sevilla. Después es contratada por el Monte-Carlo de Barcelona por mediación de sus nuevos agentes artísticos, Bielsa y Manzanares, que también llevan a artistas tan importantes como Mari Focela, Pousinet (el humorista de moda), Úrsula Lopez y Dora la Cordobesita.
El 27 de octubre de 1917 se celebra en la plaza de toros de Vistalegre (o Vista Alegre, en Madrid, no confundir con la de Bilbao) una corrida presidida por artistas como Chelito, la Tempranica y Vicenta Vargas, asesoradas por el matador mexicano Rodolfo Gaona. Piden la llave otras dos gentiles artistas del cuplé, Zaída y Salud Ruiz. Aficionada a los toros en su justa medida, ya que entonces pocos se libraban de no serlo, la jiennense participó en alguna corrida benéfica como ésta aunque no acudía frecuentemente como público.
Aspecto exterior de la Plaza de Vista Alegre en 1908
(Fuente: Conocer Madrid)

http://conocermadrid.webnode.es/tradiciones/taurinas/
Actúa en noviembre en el Alcázar Español de Barcelona, donde obtiene un gran éxito y termina el año en el teatro Reina Victoria de Tetuán. Sin duda fue éste un año provechoso, tanto en el terreno artístico como en el económico, a pesar de las críticas de Manzanares o quién sabe si gracias a ellas. Su vida familiar sigue siendo la de muchas de sus compañeras del cuplé, obligada a mantener económicamente a parientes menos favorecidos y con la responsabilidad añadida de cuidar de su madre "neurasténica", palabra que designaba hace cien años a los casos de depresiones severas. En lo que se refiere a lo sentimental, siendo como fue Salud de discreta, lo poco que se sabe es que mantiene una relación con cierto joven caballero de nombre ignorado pero al menos de estado civil "disponible" y libre de cargas.
Salud en coche abierto, luciéndose en los Carnavales de 1917
con un sombrero absolutamente imposible de calificar
El año 1918 es igualmente productivo para la cupletista, alejada ya la sombra de la crítica feroz y trabajando cual hormiguita en todo aquello que se le pusiese por delante. Comienza el año dando dos funciones en el Teatro Circo de Albacete, de allí al Principal de Guadalajara y después pasa una larga temporada (casi dos meses) en el Trianón Palace de Madrid junto a Herminia Woves. Es en este local donde obtiene un enorme éxito con "La hija de Carmen" que, como ya os comenté en la entrada anterior, sin ser una creación suya propiamente dicha sí se convirtió en su número más popular. Medio Madrid -acaso media España- tarareaba la pegadiza melodía de este alegre cuplé aflamencado.
"La nieta de Carmen" fue el primero de los grandes éxitos de Salud,
aunque de sangre gitana no hubiera en sus venas ni un "poquiyo"
En el mes de abril está actuando en Sevilla. Aprovechando su ausencia unos ladrones entran en su casa de Madrid, en la calle Escorial número 13 (dato para los supersticiosos) y se llevan todo lo que de valor encuentran, bien poco, ya que en ropas y otros enseres se calcula el botín en unas setecientas pesetas. No parece Salud amiga de guardar dinero en casa o en invertir en objetos de valor. Seguramente ahorraba para comprar inmuebles o tenía las joyas consigo cuando sucedió el robo. Ya sabemos que cualquier cupletista que se preciase invertía en oro y gemas de gran talla (los bien llamados "pedruscos") preparándose para tiempos difíciles. Podemos ver su aderezo favorito, en forma de nota musical, en numerosos retratos suyos. Los dos enormes diamantes talla brillante, a ojo, constituían toda una fortuna "portátil".
Salud en "total look" de cupletista: mantilla,
abanico y colgante de diamantes tamaño pedrusco
Tras su éxito en el Trianón continúa Salud su gira por toda España: el Salón Doré de Barcelona, el Pradera de Valladolid y el de Santander (el empresario Sr. Pradera tenía teatros en varias ciudades españolas) y en agosto actúa en Parisiana en beneficio de la Asociación de la Prensa, junto a Consuelo Hidalgo y la pujante Teresita España. La crítica es unánime al calificar el momento artístico de Salud como "muy en voz".
Es en el verano de 1918 cuando surge un absurdo rumor: se habla de la posible boda de Salud con el torero recientemente retirado Vicente Pastor, aunque éste corre a desmentirlo aduciendo que él no se casará hasta que se vaya a América porque "aquí no se casa nadie". Este torero madrileño al que se le atribuyeron amores con la mismísima Fornarina (otro rumor sin fundamento) tuvo fama de matador pundonoroso, sobrio y honesto. Fue calificado, por su físico poco agraciado y su flemático carácter, como "un inglés que torea".
Vicente Pastor (1879-1966) que tomó la alternativa en 1902
y se retiró en 1918, murió casi en la indigencia
Tras su paso por el Gran Cine Salón Ramírez de Córdoba, Salud termina el año volviendo al Trianón madrileño donde acaba de actuar Raquel Meller, a la que no desmerece en absoluto según crítica y público. Triunfa con los cuplés "Mari Rosa", "Cartuchera" (otro de sus éxitos multitudinarios), "Muñeca de amor" y "Aquilina", de temáticas que van de lo sentimental a lo cómico pasando por lo folclórico.
Salud caracterizada para su interpretación de "Cartuchera",
otro de sus cuplés más famosos, de temática andaluza
El año termina bien. En el número del 11 de diciembre de 1918 de "Mundo Gráfico" aparece un reportaje sobre el insigne maestro Modesto Romero, compositor y pianista, además de profesor de nuevas estrellas. Su influencia en el mundo del cuplé es indiscutible, llegando a ser el único capaz de contradecir a la diva Raquel Meller. El Detective Ros Kof (seudónimo del autor del reportaje) le considera como "el hombre más simpático, más feo y más bonachón de esta época" y era enormemente admirado por Álvaro Retana por saber aunar en su carácter la bondad y la firmeza. Su opinión contaba mucho en el mundo del cuplé y en el panorama musical español en general.
La fotografía del maestro Romero, rodeado de sus alumnas,
que ilustraba el reportaje de Mundo Gráfico
Preguntado en el reportaje por su opinión sobre Salud Ruiz (entre otras artistas del momento) nos deja una semblanza que puede darnos exacta medida sobre el talento de la cupletista: considera su voz espléndida "con frescas sonoridades de plata" y su temperamento artístico adaptable a todo tipo de estilos (canción fina, cuplés cómicos, cantos regionales); la define sobre el escenario como una "ambarina belleza morena" y termina dictaminando que "la gracia femenina se une íntimamente al arte en esta triunfante cancionista". Mejor crítica manando de mejor fuente no podía ser posible.
Con este apoyo profesional inestimable, Salud no podía por menos que esperar que el año 1919 fuera uno de los mejores de su vida. Le esperaban multitud de contratos y nuevos éxitos en el cuplé. Pero también le esperaba alguno que otro de esos palos que la vida nos da, sin esperarlos a veces, otras viéndolos venir pero fingiendo no verlos.

Debajo de las mantillas, los mantones, las lentejuelas y los pedruscos había en cada cupletista, siempre, un ser humano anhelante de amor, respeto e ilusiones. Un corazón de mujer que podía romperse para después recomponerse, o no. Algunas -ya lo habéis leído en las biografías de este blog- fueron más "listas" o más frías que otras, esas otras que se quedaron paralizadas en su camino a la fama a causa de algún amor desgraciado. Si Salud pertenecía al primero o al segundo grupo, lo averiguaréis en la siguiente entrada a ella dedicada.


(1) Antigua fórmula de cortesía: segura servidora, que besa su mano.

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