La Fornarina y otras cupletistas que marcaron una época

La Fornarina y otras cupletistas que marcaron una época: mujeres ayer admiradas, hoy olvidadas

domingo, 8 de febrero de 2015

Intermedio: "El último cuplé" a través de sus canciones (III)

El Gran Duque ruso (interpretado por el excelente Alfredo Mayo) relamiéndose de gusto
ante la visión de los suculentos beneficios de la industria cinematográfica
Hay muchos casos en la historia del cine en que nos encontramos asociados a grandes éxitos no menores polémicas, e incluso escándalos. Pareciera que a la sombra del triunfo crecen siempre las inevitables flores de la envidia y la codicia. "El último cuplé" no fue la excepción. Sus beneficios fueron tan sorprendentes como astronómicos: durante muchos años fue la película española con mayor recaudación de la historia y, desde el primer momento, tuvo un éxito indiscutible de público, sin apenas promoción, debido principalmente al "boca a boca".
Lo que pocos saben es que la película fue objeto, poco después de su estreno, de una querella por parte del Gran Duque Vladimir de Rusia que, mira tú por donde, vivía por entonces en España desde hacía algunos años.
El  auténtico Gran Duque Vladimiro Kirilovich
de Rusia en la época de la famosa querella
Parece ser que este auténtico duque se sintió reflejado en la figura del tarambana Gran Duque que interpretaba genialmente Alfredo Mayo en la película. Teniendo en cuenta que la escena se desarrollaba durante la Primera Guerra Mundial y el duque Vladimiro había nacido en 1917, no podía ser posible que se sintiera retratado en el personaje. Además, la trama de la película era pura ficción, basada tanto en la vida y obras de diferentes artistas como en las puras fabulaciones de los guionistas. Poco tenía que hacer don Vladimiro ante los tribunales, aunque su querella fue admitida por el Juzgado número 1 de Palma de Mallorca que ordenó el secuestro cautelar de todas las copias de la película.
Al final se llegó a algún tipo de acuerdo entre la productora, Cifesa, y el demandante, y éste retiró la demanda sin que las consecuencias fueran demasiado perjudiciales. El Gran Duque declaró que tan sólo quería restaurar su honor ya que para el personaje de la película (un borracho inmoral que maltrata a la cupletista en público) se utilizaban indebidamente su nombre y su título.
En qué términos se negoció la retirada de la demanda nunca lo sabremos. Ninguna de las dos partes se pronunció al respecto, aunque todos respiraron aliviados cuando situación tan absurda se dio por finiquitada. La experiencia me hace (mal)pensar que la negociación se basó en términos económicos. También puede ser que el duque obrara en conciencia, con auténtica nobleza. Hubo quien opinó que no se trató más que de una maniobra publicitaria, pero no creo que a "El último cuplé" le hiciera falta tan arriesgada propaganda.
Al final, todo quedó en nada. Pero si tenéis ocasión de ver de nuevo la película (o verla por primera vez) no os perdáis las escenas en las que aparece el Gran Duque. Ahora ya sabéis toda la historia que tienen detrás.

Y ahora, continuemos con sus canciones.


"Clavelitos"
Autores: Joaquín "Quinito" Valverde y José Juan Cadenas

Esta alegre canción, con aire de pasacalle, fue el primer y gran éxito de La Fornarina en París. Precisamente en la película es utilizada en la elipsis ferroviaria que enlaza el debut de María Luján en Madrid con su primera gira, que termina triunfalmente en París con aires de acordeón. Posteriormente se utiliza en otra elipsis: la que lleva a María desde Europa hasta América, dándole un aire más... americano.
Fornarina lo estrenó en el Apollo Théâtre de la capital francesa el 25 de septiembre de 1907. Desde entonces ha sido versionado por multitud de artistas, tanto españolas como extranjeras, incluso por divas de la ópera como Victoria de los Ángeles o la mítica Conchita Supervia.

La colorida estética de "El último cuplé" fue llevada a su máxima expresión
en la escena de la representación de "Clavelitos"
La enérgica interpretación de la Montiel, con un fondo españolísimo de soberbios mantones y tirándole claveles al respetable parisino con inusitado brío, no desmerece a ninguna otra versión que se haya hecho del tema.


"La Madelón"
Autores: Camille Robert y Louis Bousquet

Esta marcha militar francesa (más bien una canción-himno) fue compuesta entre 1913 y 1914 por sus autores, Robert en la música y Bousquet para la letra. Se hizo tremendamente popular durante la Gran Guerra entre las tropas francesas y su fama se extendió por todo el mundo. La letra habla de una gentil camarera francesa, la bella y complaciente Madelón, y tiene su puntito de picardía: en un momento dado Madelón le espeta a uno de sus pretendientes "¿qué voy a hacer con un sólo hombre cuando amo a todo un regimiento?".
La divina Marlene Dietrich la popularizó en la Segunda Guerra Mundial. Aquí nos quedamos con la dignísima (aunque muy abreviada) versión en francés que en la película hace Sara Montiel que, por cierto, también hizo otra versión en español.
Para esta canción la Montiel hizo derroche de todo un repertorio de mohines
y gestos sugerentes ...
... para terminar con una apoteosis de patriotismo francés (aunque esos
legionarios recuerdan a sus homónimos españoles una cosa mala)



"La Machicha" o "Aventuras de Don Procopio en París"
Autores: José López Silva, Sinesio Delgado, Gerardo Estellés, José Juan Cadenas y Álvaro Retana

Este famoso tema -que en la película no se canta y es exclusivamente musical- sirve de fondo a un número de danza, más concretamente un cancán. La gran cantidad de autores, nada menos que cinco, merece ser explicada: fue originalmente estrenado en la zarzuela en un acto "Aventuras de Don Procopio en París", original de José López Silva y Sinesio Delgado, con libreto de Gerardo Estellés. Aunque la zarzuelita pasó sin pena ni gloria, no sucedió así con su pegadiza machicha, basada por cierto en un tema anterior de origen francés, probablemente estrenado en algún salón de cancán. Debido a su gran éxito y oportunidad (la machicha era un baile sicalíptico que causaba furor por entonces) José Juan Cadenas y Álvaro Retana la adaptaron para Fornarina, que según este último la estrenó en 1907 en su versión más conocida, sobre las tablas del Kursaal Central madrileño (aunque personalmente me inclino a creer que su estreno fue un año antes, en ese mismo escenario)

La Chole (Beni Moreno) y sus alegres chicas de cabaret parisino marcándose
un frenético cancán sobre el fondo de "La Machicha"
No hay tema más español con toque más parisino. O vicecersa.

"Guiado por la fama de la machicha,
Don Procopio, una noche, se fue al Olympia.
El buen señor es un conquistador,
el buen señor es un conquistador..."


"La nieta de Carmen"
Autores: Manuel Font de Anta y Eduardo Montesinos

Este ejemplar modelo de cuplé aflamencado fue escrito para Pastora Imperio y estrenado por ésta. Sin embargo también es un claro ejemplo de cómo, en aquellos tiempos del cuplé, un tema podía ser cedido por sus autores y pasar por sucesivas artistas hasta perderse la pista del debut original. Este tema en concreto fue cantado también por Carmen Flores y Salud Ruiz, dos cupletistas de muy diferentes estilos: temperamental y algo cómico el de la Flores, sobrio y contenido el de Salud Ruiz. Fue precisamente ésta última la que lo popularizó, convirtiéndose en el tema "estrella" de su repertorio. Por cierto, fue un tema tan popular que las tres cupletistas dejaron grabaciones de él.

El soberbio mantón que luce la Montiel en esta escena, con un bordado espectacular y un no menos espectacular
forro de armiño (sintético, que no había presupuesto para tanto)
Esta es la escena en la que aparece el famoso Gran Duque ruso. Mientras María Luján canta, el duque bebe y se va animando cada vez más, hasta llegar al ataque final, con beso en el escote incluido.

El achispado duque instantes antes de levantarse y liarla tan parda como su uniforme

"Valencia"
Autores: José Padilla y José Andrés de Prada

El 15 de octubre de 1924 se estrena en el teatro Tívoli de Barcelona la zarzuela (revista musical según otras fuentes) "La bien amada". Con libreto de José Andrés de Prada y música del maestro Padilla, la zarzuela no tuvo demasiada buena acogida aunque sí triunfó plenamente un pegadizo coro cantado en la primera parte. Cambiada oportunamente su letra y reconvertido el coro en pasodoble, la gran Mercedes Serós lo estrenó como "Valencia" en el teatro Olympia de París en 1925.
En Francia esta canción causó un auténtico impacto y tuvo su propia adaptación al francés, siendo interpretada por multitud de artistas, entre ellos la mítica Mistinguett. De hecho, "El último cuplé" se titulo en Francia "Valencia", en honor al famosísimo tema.

Los bailarines, ataviados con traje típico valenciano, le ofrecen a una fallera María Luján
cestos de naranjas y limones: más típico imposible
Siendo uno de los temas centrales de la película, hoy en día puede parecernos un poco edulcorado y excesivo su coro lírico, circunstancia que se hace más llevadera una vez conocidos sus orígenes como coro de zarzuela.


"Con una falda de percal planchá"
Autores: Manuel Nieto, Guillermo Perrín y Miguel de Palacios

Los que seguís este blog y habéis leído las entradas anteriores dedicadas a "El último cuplé", sabéis ya algo sobre este chotis que sale en la primera parte de la película. Pero aprovecho la circunstancia de su repetición como fondo para la escena de la verbena, para hacer alguna consideración sobre el género chico, ya que pertenece a "Cuadros disolventes" (1896), uno de los mayores éxitos del mencionado género.
Es complicado, un siglo y pico después de su auge, poder diferenciar la zarzuela del género chico, aparte de su más corta duración (de ahí lo de "chico"), pero por entonces el público lo tenía bastante más claro: en el género chico los personajes solían ser más cercanos y populares, en muchas ocasiones caricaturas de la realidad; el argumento era más sencillo, normalmente en tono de comedia, persiguiendo la risa fácil; y se buscaba, por encima de la complejidad en la composición, la popularidad de los cantables.

Alegre camaradería popular reflejada en las luces del tiovivo, los mantones negros y
pañuelos blancos para ellas y las parpusas (gorras de visera) para ellos
En la película el tema "Con una falda de percal planchá" sirve de fondo a una escena de verbena madrileña hacia 1920, bastante bien conseguida en su ambientación, acaso porque en los años 50 las cosas habían cambiado muy poquito. Su letra, evocadora de un tiempo ya pasado, decía en madrileño castizo:

"Con una falda de percal planchá
y unos zapatos bajos de charol,
y en el mantón de fleco arrebujá
por esas calles va la gracia de Dios.

Con el pañuelo colocao así
y muy ceñido y justo el pantalón,
el chulapón pasea por Madrí
luciendo todo lo que Dios le dio."




(Fin de la tercera parte.
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