En "El Arte del Teatro" apareció en 1906 esta caricatura
de una tiple, en este caso, "mimada"
Introducción
La eclosión del cuplé y las variedades en España coincide y se confunde, en artística mélange, con la época dorada del género chico y la zarzuela del tipo más ligero. Para el público, especialmente el masculino, la diferencia existente entre la cupletista y la tiple era más bien de tipo escénico: la primera actuaba en cafés-cantantes, reducidos salones o pequeños teatros en actuaciones unipersonales y la segunda en teatros de mediano o gran aforo, dentro del numeroso elenco de las compañías líricas. Cuando en el programa se incluía, tras la obra de género chico correspondiente, el "gancho" de los cuplés tan de moda, la diferencia entre tiples y cupletistas era ya una línea más difusa que separaba a unas de otras tan sólo... unos cuantos minutos.
Si, además, tenemos en cuenta que fueron numerosas las tiples (incluso alguna que otra mezzo o soprano ligera) que coquetearon abiertamente con el cuplé, entonces esa línea queda felizmente desdibujada y nos ofrece un panorama más amplio, y mucho más ajustado a la realidad, de la época del cuplé.
Balbina en sugerente "négligé" nos demuestra la poca diferencia
que había entre la honorable tiple y la pecadora cupletista
Con Balbina Albalat -ilustre desconocida para el gran público- inauguro sin solemnidades las entradas dedicadas a "las otras bellas del cuplé", en las que incluiré a tiples como Balbina, bailarinas, tonadilleras y otras hermosas chicas todoterreno que de tantas alegrías fueron responsables y tanto inmerecido olvido se han llevado como recompensa.
Balbina Albalat, tiple
Antes de nada creo necesario dar una de las definiciones que de la palabra "tiple" nos ofrece el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: "Voz humana más aguda, propia especialmente de mujeres y niños". Curiosamente aparece como sustantivo masculino y, sin embargo, ni un solo tiple conozco y sí numerosas señoras que con tal nombre común fueron conocidas en el mundo del arte. De hecho así fueron definidas las cantantes con tesitura de soprano ligera que, no llegando a dar la talla vocal para la gran ópera, sí tenían cualidades suficientes para la zarzuela más o menos exigente y, sobre todo, el pujante género chico.
En este sentido, Balbina Albalat fue una tiple de manual: se movió entre uno y otro género con gracia y soltura, ya que al parecer tenía una bonita y potente voz y ciertas cualidades para la interpretación, pues era chica barbiana y con gracejo, muy del gusto de sus contemporáneos.
Nacida en 1877, queda huérfana muy joven de su honorable padre militar. En 1894, con 17 tiernos añitos, ya está actuando en Tánger como primera tiple y formando parte de una compañía de género lírico de segunda o tercera categoría. En "El Correo Militar" nos hablan de esta actuación, que tanto anima la decaída moral de los soldados, en términos muy elogiosos: la chica es gallarda y tiene una elegante figura, luciendo elegantes trajes en escena; su voz es delicada, dulcísima y digna de los teatros de Madrid; como remate nos hablan de su honrada madre y de sus hermanitos, viuda y huérfanos todos, no teniendo Balbina en concreto derecho a pensión a causa de su orfandad. De estos hermanos, la pequeña Baldomera también se convertiría en artista al pasar de los años pero, de momento, es Balbina la única esperanza de su desgraciada madre.
Fueron abundantes en la época los casos de chicas de buena familia -término éste discutible donde los haya- que se vieron obligadas a causa de alguna desgracia a entrar en el azaroso mundo del espectáculo. Solían tener voces educadas, ya que se consideraba de buen gusto dar clases en su hogar de un poquito de solfeo y piano. Si había suerte y la voz de la niña no era del todo desagradable, y si con más suerte todavía la niña era monilla y de prietas carnes, entonces la salida laboral en el teatro estaba casi asegurada. Afortunadamente para Balbina, este fue su caso, ya que al parecer también era extremadamente simpática y nada tímida en escena.
Perteneció Balbina, por figura y estilo, a lo que Retana describió como "primeras tiples hermosas como vacas", término que en él no resulta ofensivo ya que da fe de la realidad histórica de unos gustos en cuestión de mujeres que, durante años, se impusieron en los escenarios españoles. Ciertamente no fue la más esbelta de las tiples pero tuvo sin duda un público entregado que la encontraba irresistible.
Y así fue poco a poco labrándose una carrera, como hacían casi todas, pero en su caso con algo más de tenacidad y un poco menos de suerte. La siguiente noticia suya nos llega en marzo de 1897 cuando está actuando en el teatro San Fernando de Sevilla. El semanario satírico Juan Rana, sin entrar en valoraciones sobre su voz, nos la menciona con un escueto: "Es muy bonita. Cuando venga a Madrid, hablaremos". Aquellos rijosos caballeros siempre pensando en lo mismo...
En estos primeros años es de suponer que sería acompañada por su vigilante madre pero, dada la condición de viuda de ésta y debido a sus obligaciones para con sus otros hermanos pequeños, en algún momento la joven tiple quedó en situación de ser dueña absoluta de sus actos. Y no lo haría tan mal cuando, cinco años más tarde de su actuación en Sevilla, aparece ya en los escenarios madrileños como primera tiple del Eslava en el juguete cómico-lírico "Chateau Margaux", delicioso género chico con ínfulas de opereta.
"Chateu Margaux", estrenada en 1887 en el teatro Variedades
de Madrid, es uno de los grandes títulos clásicos de la zarzuela
En 1903 forma parte de la compañía contratada por la Sociedad de Teatro Libre Español, actuando en el Eslava durante la temporada de invierno. Como dato curioso, la compañía se compromete ante el público madrileño a estrenar ¡un par de obras nuevas todas las semanas! No hay constancia de que lo consiguieran, pero ese era más o menos el ritmo al que se trabajaba en la escena española de entonces. No sabemos si abrumada por tan infernal compromiso, la tiple sale por pies y a finales de ese mismo año nuestra inquieta Balbina debuta en el Cómico con "El dúo de la Africana", siendo considerada ya como una de las figuras más populares y reconocidas por el público madrileño.
Con el inevitable mantón de Manila, mirada soñadora
y unos postizos de los que quitaban el sentido
Las cosas le van bien en el Cómico y allí celebrará la función de su beneficio a finales de mayo de 1904. El programa de este beneficio es el siguiente: estreno de "El galgo de Andalucía", opereta austriaca "arreglada" para la escena madrileña, consistiendo tal arreglo en una reducción de sus tres actos a tres cuadros, todo un apaño; a continuación una selección de piezas de "Chateau Margeaux", "La Vendimia" y "La fiesta de San Antón". Al finalizar el beneficio, como era habitual, es obsequiada en su camerino por admiradores y compañeros. Esta parece ser la temporada más éxitosa de Balbina y marca el punto álgido de su carrera.
Durante los siguientes años trabajará principalmente en la Zarzuela y hará las consabidas giras por provincias, que incluirá actuaciones en diversos coliseos: en el Cómico de Toledo se marcará una memorable machicha torera con su compañera, la simpar Carmen Calvó, que merece entrada aparte; en el Cómico de Barcelona interpreta variados papeles en "Lola Montes", "El dúo de la Africana", "Quo Vadis" o "El cabo primero"; en el Cómico de Cádiz (la cosa va de cómicos), actúa en variadas obras del género chico, como "La alegre trompetería", y tiene como compañeros a la prestigiosa Marina Gurina y a un tenor cómico de gran talento, apellidado Codeso; en Vigo, donde "casualmente" se encuentra de vacaciones, actuará en agosto de 1906 en el Teatro-Salón Variedades junto al tenor Enrique Gandía, en "Amor gitano". Y así continúa trabajando, incansable, en papeles acaso cada vez más secundarios.
En "La vendimia", una de las innumerables obras
de género chico en las que actuó
Saludando al final de "La Vendimia" junto a los autores
y el resto de intérpretes principales, la primera dama por la izquierda
En 1913 reaparece su nombre en la prensa con motivo de la Fiesta de las Flores. Ella y otras compañeras de la Asociación de Actores, vestidas en tonos claros y tocadas con primorosas mantillas blancas de blonda, postulan en la plaza de Santa Ana a favor de los tuberculosos. Cerca de allí La Goya, tonadillera y cupletista de moda, les saca sus buenos duros a los madrileños más acomodados, más compasivos o más curiosos.
El 21 de agosto de 1915, actúa Balbina en la fiesta que organiza el alcalde interino de Madrid, Álvarez Arranz, con motivo de las populares fiestas de la Paloma. En el Portillo de Embajadores, plaza que partía en dos la calle que le da nombre y teniendo como fondo los jardines de la antigua Escuela de Veterinaria, se monta un escenario donde se representará "Agua, azucarillos y aguardiente", título que viene pintiparado a tal día y a tal ocasión. El elenco esta formado por las primerísimas figuras del teatro madrileño y Balbina actúa en el coro de amas de cría, aquel en el que se canta:
"Nus llaman amas y es lo ciertu,
quien lo inventó tuvo talentu;
pues ya es sabido, y no es de ahora,
que quien nus sirve es la señora."
Las amas de cría más solicitadas procedían del norte
y del noroeste
de España: cántabras, asturianas, pasiegas, gallegas,...
Al final, todos los artistas se reunen en escena para cantar los pasacalles de "La verbena de la Paloma" y "El pobre Valbuena". Entre ellos aparece Balbina y una tal Baldomera Albalat, que no es otra que aquella tierna hermanita tan huérfana como ella. Al final actúa la Banda Municipal y por no faltar, no falta ni su poquito de obra caritativa: se reparten bonos de merienda entre los niños más necesitados. A las tantas se retira el público, agotado y encantado a partes iguales.
Imaginad por un momento la noche de agosto madrileña con su cielo por entonces estrellado, las fiestas grandes de la Paloma, el talento de los artistas, la belleza de las tiples y la maravillosa, irrepetible música, que hicieron seguramente inolvidable para el que la vivió, aquella ya lejana noche del 21 de agosto de 1915. Felices tiempos aquellos en que los alcaldes ofrecían espectáculos gratuitos a sus ciudadanos en lugar de freirlos a impuestos.
José de Echegaray, figura polifacética y muy reconocida en su época,
es nuestro premio Nobel de literatura más desconocido
Pocas noticias nos da Balbina hasta que, el 16 de septiembre de 1916, forma parte del cortejo fúnebre que acompaña al extinto y eximio José de Echegaray. Coloca en el féretro una corona dedicada por la Asociación de Actores, junto con otras compañeras entre las que se encuentra una jovencita Paquita Torres, hermana de Consuelo Torres "Manón" y estrella de la revista musical en ciernes. Como lindísimas artistas las califica el diario "La Época". Lo cierto es que Balbina tiene ya treinta y seis años, edad nada conveniente para un tiple, lindísima o no.
De hecho, poca actividad tendrá de ahora en adelante y acabará retirándose, como todas, en fecha y circunstancias que desconozco. Imagino que se casaría, como casi todas, y que tendría una madurez espléndida y tranquila... ¿tranquila he dicho? Pues esto, a medias: el 29 de junio de 1922 aparece una curiosa noticia en la sección de sucesos del periódico "La Voz". Al parecer doña Balbina Albalat, vecina de Madrid con domicilio en la calle Pelayo número 21, interpone denuncia en comisaria, por el robo de ropas y otros objetos personales, contra su criada. La denunciada, conocida por los alias de Manuela Álvarez y Pilar Gutiérrez, ha resultado ser una elementa de muchísimo cuidado, con múltiples antecedentes: un personaje digno del género chico o el sainete. Tras ser despedida por su falta de seriedad en el trabajo, ha arramblado con todo lo que ha podido de la casa de su señora, la desolada Balbina. Sólo espero que no le arrebatara los recuerdos, los frágiles y espléndidos recuerdos de su esplendoroso pasado de primera tiple en la Zarzuela.
No sabes la ilusión que me hacía leer tu entada sobre la Bella Oterita, pero no la encuentro en tu blog. Lo intentaré en otro momento. Mi muñeca está ya muy adelantada, a ver si me animo, porque solo faltan unos detalles. Gracias por acordarte mí.
ResponderEliminarmi interes va por Marina Gurina murio en jativa en 1931 pro nombre y apellidos son ukranianos en USA hay Gurina's de origen jew ukrain...tengo Berliners 2y Disque pour gramophone 8 de 7 pulgadas de ella ,algunos mas que los que apunta Victor recording archives y postales de jovencilla que no estaba tan gorda y tenia unos ojos clarisimos y posiblemente lo editemos para Absolute Distriburion Blue Moon 26 calle camps i fabres o8034 Barcelona pero tengo poca biografia sabes algo de ella un saludo...de Fornarina junto a otro coleccionista joven de Barcelona reunimos ya 71 cuples en disco y tal vez lo editemos todo bien restaurado con Jordi en 2014..un saludo
ResponderEliminarmi interes va por Marina gurina reuno 2 Berliners y 8 disque por gramophone de ella de 7 pulgadas todos (tamaño berliner)mas que lo que apunta Victor Recording Archives..nombre y apellidos son de ukraina y en USA hay Marina Gurina's de jew ukrain origin..pero murió en jativa en 1931 al parecer ..tengo postales de jovencita que no estaba gorda y tenia unos ojos clarisimos ..tal vez la sequemos en CD para absolute distribution Blue Moon 26 calle camps i fabres 08034 Barcelona...pero no tengo mucha biografia..ya reunimos con Alberto y yo 71 cuples en discos de Fornarina y restaurado queremos sacarlo en CD todo en 2014 ..el cd con 25 cuples de ella de 1998 esta descatalogado y es que ahora restauramos muchisimo mejor que entonces..si es posible contad algo de ella.un saludo
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